La Universidad Juan Agustín Maza continúa innovando en su propuesta académica: el Profesorado en Educación Física, en su sede ubicada en San Rafael, incorpora una modalidad de cursado modular que responde a las necesidades territoriales, laborales y sociales de los estudiantes del sur mendocino.
Con el objetivo de democratizar el acceso a la formación docente y garantizar una educación de calidad, la Facultad de Educación implementará en Sede Sur una nueva modalidad de cursado. Se trata del cursado modular, un formato que reorganiza la estructura tradicional del plan de estudios, concentrando la carga horaria presencial en jornadas extendidas los días viernes y sábados, y complementando con instancias virtuales sincrónicas o asincrónicas durante la semana.
Esta modalidad permitirá que los y las estudiantes cursen las asignaturas de manera secuencial, garantizando el cumplimiento de la carga horaria requerida.
Un modelo con respaldo internacional y alineado con los ODS
El modelo modular se aplica con éxito en universidades como la Open University (Reino Unido) y la University of Southern Queensland (Australia), que han desarrollado programas blended para poblaciones rurales o estudiantes con empleo. Esta propuesta de la UMAZA se alinea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en particular con:
ODS 4 – Educación de calidad, mediante estrategias pedagógicas de alta eficacia.
ODS 5 – Igualdad de género, posibilitando que mujeres con responsabilidades familiares accedan a estudios universitarios.
ODS 8 – Trabajo decente y crecimiento económico, al permitir la compatibilidad entre estudio y empleo.
ODS 9 – Industria, innovación e infraestructura, mediante el uso de herramientas tecnológicas y una planificación moderna.
ODS 10 – Reducción de desigualdades, al acercar oportunidades a comunidades alejadas del centro urbano.
Más oportunidades, mismo nivel académico
El principal motor de esta implementación es ampliar la cobertura educativa del Profesorado, especialmente hacia estudiantes que, por razones laborales o geográficas, no pueden asistir a un cursado tradicional. La modalidad modular garantiza igualdad de oportunidades sin comprometer la calidad, ya que el dictado está a cargo de docentes titulares de la institución que se trasladan a las extensiones áulicas de la sede.
Modelos similares se han adoptado en universidades como la Pontificia Universidad Católica del Perú y en instituciones comunitarias de Canadá, demostrando su eficacia en contextos descentralizados.
Calendario académico adaptado a la modalidad
El calendario académico modular se estructura en etapas sucesivas, habilitando progresivamente asignaturas en función del avance de las anteriores. Por ejemplo, se comienza con dos materias, y cuando una alcanza su desarrollo medio, se habilita la siguiente. Esta organización favorece el abordaje concentrado de contenidos, permitiendo una mayor profundización conceptual. Cada materia cuenta con clases presenciales los fines de semana y clases virtuales semanales de apoyo.
Este sistema es comparable al modelo "block scheduling" implementado en la Universidad de Tromsø (Noruega) y otras instituciones escandinavas, donde los cursos intensivos favorecen la concentración y la comprensión profunda de contenidos.
Formación más sólida y significativa
Desde el Decanato destacan que esta modalidad impacta positivamente en el rendimiento académico, ya que permite una inmersión más profunda en cada asignatura. Las jornadas intensivas favorecen la integración entre teoría y práctica, especialmente valiosa en una carrera como Educación Física, donde el componente corporal es fundamental.
Estudios realizados por la University of California, Berkeley, respaldan estos enfoques, señalando que los formatos intensivos mejoran la retención de contenidos y potencian el aprendizaje en disciplinas prácticas.
El cursado modular representa un paso firme hacia una educación universitaria más flexible, eficiente e innovadora, en sintonía con las tendencias globales y las necesidades concretas de cada territorio.